El Hospital de las Lagrimas
EL HOSPITAL DE LA MARINA
Los hospitales son lugares en los que las personas van a
sanar de sus dolencias, aunque algunos no consiguen hacerlo y pierden la vida.
Por todo esto también son lugares donde el sufrimiento y el dolor están a la
orden del día. El hospital del que os vamos a hablar hoy, también experimentó
todas estas sensaciones. Hoy en día apenas quedan restos que demuestren que
este fue un hospital que ayudó a mucha gente a recuperarse de sus enfermedades.
Aguarda impaciente que alguien decida qué hacer con este
inmenso edificio de más de cinco plantas y que lleva construido más de setenta
años. El sanatorio de la Marina comenzó a construirse en 1940 para ser
inaugurado tres años más tarde y que al igual que sus hermanos de la sierra de
Madrid sirviera para tratar inicialmente la tuberculosis, una de las grandes
enfermedades que hubo en el mundo hasta mediados de los años cincuenta cuando
se inventó la primera vacuna para tratar este mortal trastorno.
Con la tuberculosis bajo control, estos inmensos sanatorios
entre los que por supuesto incluimos a nuestro protagonista de hoy, La Marina,
dejaron de tener utilidad y muchos cerraron sus puertas. La Marina sin embargo
tuvo más suerte que otros hospitales de la zona ya que el ejército lo aprovechó
como hospital militar, alargando así más la vida de este coloso. Cuando los
militares decidieron abandonar este centro hospitalario, las autoridades de la
época dieron una última oportunidad a La Marina, convirtiéndolo en un centro
geriátrico, donde muchos ancianos fueron a pasar sus últimos años de vida. En
2002, con el evidente deterioro del edificio, cuando los últimos ancianos que
estuvieron allí fueron a otros centros, la Marina definitivamente cerró sus
puertas para probablemente no volver a abrirse jamás.
División Enigma se ha desplazado hasta allí en varias
ocasiones y hemos captado numerosas
psicofonías y extraños golpes, de aquellos que se resignan a abandonar la que
fuera su última morada antes de pasar a la otra vida. En nuestra última visita
verdaderamente vivimos una gran noche de investigación, con golpes extraños de
puertas y ventanas, sin haber apenas viento. Igualmente captamos numerosas
psicofonías y alguna de estas psicofonías que logramos captar en apenas dos
horas, como veréis en el video es bastante clara.
Las sensaciones que aquí se sienten son por momentos
bastante intensas, ya que recordamos que se trata de un hospital en el que el
sufrimiento y la muerte estuvieron a la orden del día. Todo este tipo de
sentimientos humanos de algún u otro modo se quedan en sitios como este. Es
algo que veréis que escribimos en muchas de nuestras investigaciones, ya que no
es la primera vez que nos pasa. En mi caso personal sentí como que mi compañero
y yo no estábamos solos en casi ningún momento de la investigación. Algo
parecía hacernos de guía improvisado indicándonos a donde ir en cada momento.
VIDEO
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